Los primeros pasos en los tratamientos fueron aceites, ungüentos, emplastos, infusiones, etc., aprovechando las propiedades de los productos que nos da la naturaleza.
Cada tipo de planta posee un producto o principio activo que por si mismo favorece, mejora o resuelve los diferentes problemas físicos que se nos plantean, dolores, heridas, etc.
En nuestro caso los aceites mejoran los dolores articulares, musculares y psíquicos, los musculares y articulares porque la piel absorbe el principio activo, y en el aspecto psíquico los vapores que emiten los aceites penetran por las vías aéreas y pueden provocar que el cerebro emita diferentes tipos de sustancias que pueden provocarnos placer, relax, etc.,
dependiendo de la concentración de aceite y el tipo de aceite así será el efecto, hay algunos problemas que responden mejor a concentraciones altas y otros en cambio a concentraciones bajas, por lo general se recomienda en los libros una concentración de aceites del 2% , a continuación se detallan algunas recetas encontradas en los libros que indican el nº de gotas por cada 50ml de aceite base, en general podríamos decir que se pueden poner entre 20 y 25 gotas de aceites esenciales, repartiendo el total de gotas entre los diferentes aceites que queramos mezclar
Anticelulítico: Cipres 13 gotas./50ml
Enebro 12 gotas./50ml
Dolores musculares: Enebro 10 gotas./50ml
Lavanda 7 gotas./50ml
Romero 8 gotas./50ml
Estrias de embarazo: Lavanda 20 gotas./50ml
Azahar 5 gotas./50ml
Romero 8 gotas./50ml
Artritis y reumatismo: Eucalipto 6 gotas./50ml
Enebro 8 gotas./50ml
Mejorana 6 gotas./50ml
Romero 8 gotas./50ml
Estos son algunos ejemplos, buscando en la bibliografía existente podemos encontrar aceites variados, pero no por ser mas raros son mejores
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