Las malas posturas que se adoptan al estar sentado, al agacharse, al estar de pie, al caminar o al cargar peso, provocan un dolor de espalda y cuello que poco a poco van produciendo tensión en los músculos y estos a su vez en los músculos adyacentes generando una reacción en cadena, si esta tensión no se alivia o elimina de alguna forma, la tensión muscular acumulada se convierte en una contractura con su dolor correspondiente, el masaje también conseguirá reducir el estres y liberar endorfinas que son las responsables de la sensación de bienestar.
En los tiempos que corren, el estrés es uno de nuestros mayores enemigos, como ya he dicho, los masajes ayudan a combatirlo, y si el masaje es recibido al final del día o antes de acostarse, será un gran aliado contra el insomnio.
Para conseguir buenos resultados con el masaje es fundamental la relajación del paciente, para lo cual es imprescindible que se sienta cómodo, la percepción de los sentidos es importante, podemos ayudarle con una música adecuada, un olor suave y una temperatura apropiada; en la ejecución nos ayudaremos con cremas o aceites de masaje especialmente preparados, los aceites esenciales suelen ser los mas apropiados por poderles añadir la esencia mas adecuada al efecto a lograr, pero no por llevar mas aceites esenciales es mas efectivo. Con todo esto conseguiremos la relajación psíquica del paciente y esto ayudará al masajista, facilitándole el trabajo y haciendo que resulte mas sencillo llegar a la conjunción de cuerpo y mente logrando el estado de relajación perfecto.
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